Curioso país. Desde la última entrada han ocurrido muchas cosas. Algunas buenas y otras no tanto. Curioso país este que admira por igual a Nadal, siete veces campeón de Roland Garros, y a la selección de fútbol que le representa, histórica ya (triplete sin precedentes) y sin embargo detesta los pilares básicos de libertad individual y no se aplica esa admiración a su quehacer diario. Y ambos, tanto Nadal como la Selección Española de fútbol representan el esfuerzo, la constancia, la humildad y el reponerse ante la adversidad, valores que nunca deben perderse y que hace tiempo tiramos a las cloacas sustituyéndolos por superficialidad, letanía y televisión al estilo gran hermano.
Seguimos a la vuelta de la reforma financiera, 100.000 millones del ala, puestos por Europa para mayor gracia de dirigentes invidentes. Y al final, como siempre, los paganinis de turno somos los contribuyentes de a pie, envuelto en “reformas” y “ajustes”. Necesarios, si, pero en este caso el orden si altera el producto. No todo puede ser gratis, ni debe serlo. Pero ante todo debe existir una coherencia. Son necesarias reformas estructurales, es evidente, y en esa línea están las reformas del mercado laboral, le pese a quien le pese, la reforma del “copago” del medicamento (un precio cero implica demanda infinita) e incluso la reforma universitaria pues no es de recibo una subvención del 90% de la matricula, sin contraprestación de esfuerzo y estudio. No estudias, no apruebas, pierdes la subvención. Eso es correlación con el esfuerzo. Lo otro es malcriar.
El próximo viernes 13 de julio de 2012 el Consejo de Ministros, presidido por su Majestad el Rey ¿?, parece ser que va a aplicar “medidas de ajuste duras”. Según rumores, el ajuste, impuesto por Europa (quien paga manda, of course) es de unos 30.000 millones de euros, unos 5 billones de las antiguas pesetas (y que igual vuelven). El núcleo duro del ajuste parece ser que va a recaer en el subsidio de paro, dejándolo en 18 meses máximo (frente a los 24 actuales). Esta medida supone un ahorro de unos 15.000 millones. El resto, todo apunta a una subida del Iva, tres veces negada, como en la Biblia, pero que al final se aplica. No se conocen detalles sobre si suben los tipos, se incrementas las bases o directamente eliminan alguno de los tipos existentes, o bien un mix de todos ellos. Estas medidas son para cumplir con el déficit marcado en la hoja de cálculo enviada a Europa. Vale. Y se supone que implican un ahorro. CETERIS PARIBUS, primero de carrera de Economía. Es decir, eso es así, si todo lo demás permanece constante. Pero el ser humano es muy complicado y tiene tendencia a no estarse quieto. Así que va a ser que no. Me remito a enero del presente, con la subida del tipo impositivo del IRPF. La resultante: un descenso de la recaudación por IRPF. Lo dicho, incremento de tipos no implica incrementos en la recaudación. Laffer, do you remember?. Y ahora volvemos a las andadas. Subir el Iva va a generar más economía sumergida. Al tiempo. Bajar el tiempo de prestación por desempleo, medida a priori incentivadora de la búsqueda de empleo, da como resultante un retraimiento en el ya depauperado consumo, pues se está detrayendo liquidez del sistema, y por lo tanto menor recaudación por Iva. Si no se baja el tiempo de subsidio y si las bases o porcentaje para calcular el importe final a percibir, tenemos las mismas pero con el añadido de incentivar la picaresca y por lo tanto la economía sumergida, que recordemos está en tasas por encima del 25%. Y tendremos menos recaudación por Iva. Curioso ¿verdad?. Pues es lo que hay. Si además vienen acompañadas por una rebaja en las cotizaciones sociales actuales a cargo de la empresa (que parece ser que va a ser así), muy altas y desincentivadoras de la contratación es cierto, lo que estamos haciendo es bajar el listón del importe mínimo a pagar bruto por el empresario. El obvio, si cobras 1.000 euros en el paro, no quieres un trabajo por 900, salvo que veas que el paro se termina. Pero si lo bajamos a 900 euros (el paro digo), el empresario hará lo mismo, y por lo tanto bajará el sueldo a pagar. Admiramos a los alemanes, pero nos dirigimos hacia China. Curioso país, si. Esperemos al viernes…13.
Jesús López Valero 